Mi primera experiencia con 16 años fue la que marco mi futuro sin yo saberlo, y fue la que marco mi futuro sin yo saberlo, ahora vivo de la peluquería canina y puedo enseñar todo lo que se a mis alumnos.
Como te decía con 16 añitos lave mi primer perro, resulta que el peluquero canino que trabajaba en la tienda donde yo estaba de dependienta necesitaba ayuda, tenia como 4 o 5 perros dentro de la peluquería, recuerdo que era un cocker ingles monisimo, yo en aquel entonces no tenia ni idea de razas ni de que cortar el pelo ni nada de nada, justo tuve que dejar el instituto por rebelde y mis padres me obligaron a trabajar, “o estudias o trabajas” eso fue lo que me dijeron y es que resulta que en una tienda en Barcelona enormeeeee necesitaban una dependienta, así que empecé como dependienta.
Aquel día fue el primero de muchos como ayudante del súper peluquero y es que para mi aquel hombre era un alucine!!!, ver como manejaba a los perros, como cogía las tijeras como agarraba a los perros. GUAUUU!! absolutamente quede flipada con su destreza y su energía absolutamente contagiosa. Sin quererlo me convertí en su joven ayudante y lo mejor de todo es que estaba encantada!.
Me dedique plenamente a ofrecer servicio de peluquería canina a centros veterinarios, fui aumentando los centros hasta que me vi sobrepasada por la faena y se me ocurrió contratar a una ayudante. Aquí es donde empezó otra etapa que sin querer y sin darme cuenta me convertí en formadora y empresaria.
Enseñar a otras chicas a ser mis ayudantes y ver los resultados fue lo que me motivo para dedicarme a la formación y es que resulta que mi forma de ver la peluquería y transmitirla a otras personas se me da requetebién, empatizo con el alumno y le explico de una forma fácil como veo yo los pasos para realizar la peluquería.
Poco a poco fui creando un método de orden metódico en mis explicaciones y a esto sumado que lo explico todo con cariño y con ilusión y el resultado es increíble.